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sábado, 7 de julio de 2012

Mañana arreglaré la ventana

NEGACIÓN

      Me siento solo. Esto duele mucho.
     Cuando entro en la habitación y te veo, pienso que algún día volverás. Que todo fue una pesadilla. Que tu sonrisa volverá a arrugar tu mirada suave y limpia. No, claro que no te has ido, mañana, pasado… no tardarás, pero volverás. Sé que me amabas, sé que me amas. Y eso… eso jamás morirá. Entraré un día y bajo las sombras que proyecta la luz del pasillo, veré tu silueta y sentiré el calor que ya no siento. Me meteré bajo las sábanas y nuestros cuerpos se encontrarán, se rozarán, se fundirán en la calidez de nuestro imperio. Sentiré tu vida y mi destino. Estarás conmigo. Sí, sé que volverás.  Hasta entonces… me conformo con saber que dejaste tu cuerpo en la cama y podré soñarte y mirarte hasta que regreses de allá donde estés ahora.

DEPRESIÓN

    Sentado en el sillón miro a la cama y te sonrió mientras duermes. Pero tú no estás. Veo tu dibujo sobre el colchón, pero las sábanas no están arrugadas. Flotas. Sobre el colchón, sobre mis miedos, sobre mi dolor. 

    Te acaricio desde lejos. Llevo mi mano desde el valle de tu cintura hasta mis caderas, porque siempre serán mías, aunque ya mis dedos no las sientan.  Te has ido. Ya no estás, pero aún te veo.


    Tus cabellos se esparcen como siempre sobre la almohada. Cubren parte de tu sonrisa. Cubren parte de mi locura. Enredo mis dedos en tu pelo y juego con él. Te hago cosquillas con un mechón, pero… tú ya no lo sientes. Te has ido. Ya no estás. Pero… aún te siento. 

    Te susurro sueños acariciando con mi aliento tu cuello. Y a ti, que tratas de disimular que sigues dormida, se te escapa una sonrisa. Yo la beso, pero… tus labios ya no están húmedos. Te has ido. Ya no estás. Pero te beso. 

    Tus silencios siempre fueron mis infiernos. Ahora callas. Ahora ardo. Dime algo, un susurro, un gemido, un adiós al menos.
    ¿Quién te ha llevado? ¿Por qué? No… no importa, da igual si fue un cruce oscuro, da igual si fue un borracho o un drogadicto, da igual si fue una maldita y lenta enfermedad, da igual si fue el suspiro de un asesino. Da igual, te has ido. Ya no estás.

    Nuestra habitación ya siempre estará en penumbra. Nuestra cama fría. No me acostaré si tú no estás. Me sentaré aquí, en este sillón, cada noche, y te imaginaré y te soñaré y te dibujaré y jugaré con tu pelo y te escribiré hasta que vuelvas tú, o hasta que me lleven a mí. 

FURIA

    ¡Dónde están las lanzas que te hirieron! ¡Dónde mis traidores! Tu cuerpo resurge en mis noches y me lleva a la locura y, abriendo los brazos, la recibo y la reto y la humillo y me humillo y sangro por cada poro de mi piel. ¡Reto a la vida! ¡Desafío a la muerte! Cien caballos jalean mi destino y me llevan poseído por el valle de la muerte y por el rio de la vida. ¡Escondeos! ¡No habrá raíz ni subsuelo que oculte el reguero de vuestro miedo! Escarbaré la tierra con mis dientes como el poeta herido, ha manotazos desbrozaré los espinos de la senda que lleva hasta la putrefacta guarida donde se amasa el destino. Y cuando te encuentre a ti, Dios que todo lo crea y todo se lleva, que todo lo ofrece y todo lo arrebata, te pediré cuentas. Y hablarás, me hablarás de la muerte, me hablaras de su muerte, de la mía también me hablarás, sí, juro que me hablarás, y procura tener razones para que mi alma abandonada y mi mente ida detenga el puñal que brota de mi corazón directo ha tu alma. Y contestarás a simples preguntas, tormentos que jamás entenderás desde tu divino salón de juego: ¿Por qué me siento tan solo? ¿Por qué se fue? ¿Por qué tengo miedo? ¿Por qué se ha ido? ¿Por qué aun la dibujo? ¿Por qué no puedo dejar de enredarme en su pelo? ¿Por qué… por qué aún la susurro? ¿Por qué, joder, por qué duele tanto?

RESIGNACIÓN

    No sé cuantas noches… No sé cuantos días… Olvidé las horas, los minutos que llevo soñándote y dibujándote. Tu perfume ya se evapora y se escapa por el resquicio de la ventana. Nunca la arreglé, siempre cerrará mal. Te enfadabas por que me olvidaba de arreglarla… Sonrío por ese recuerdo, hace demasiado que no sonrió. El recuerdo de tus enfados me hace sonreír… Creo que mañana arreglare la ventana. Ya sé que ya es tarde, cariño, pero ya sabes como soy.

    ¡Cuántas horas siento haber perdido por enloquecer en mis cuadernos y mi pluma! Debí haber levantado mi mirada y escribir con las yemas de mis dedos en tu espalda. Debí besarte más. Debí sonreírte más. Debí hacerte el amor más. Debí abrazarte más. Debí amarte mucho más.
    Ahora, cuando ya es tarde, podré arreglar la ventana que cierra mal, pero lo que me perdí por no mirarte… lo que pude hacer amándote más… eso jamás podré arreglarlo. Te imagino sonriéndome mientras te confieso mis fracasos. Me acaricias el pelo y me besas. Sí, me lo decías y yo me agarraba a esa excusa: Me querías por cómo era. ¡Qué fácil hacías la vida! ¡Qué sencillo era amarte con locura!

    No, claro que no estoy  preparado, pero debo dejarte marchar. Ya te fuiste. Ya no estás. Te amaba, sí, joder, sí que te amaba.

ACEPTACIÓN

   Ya es la hora, mi amor. Ha amanecido. Abriré la vieja ventana para que entre la brisa de un nuevo día, de una nueva vida. Me duele la espalda por pasar tanto tiempo en el sillón.

    Estaré solo. Desayunaré solo en el frio silencio de la cocina. Comeré en restaurantes en mesa para uno. Por las tardes, tomaré café en la barra de una cafetería. Y llegaré a casa y tú no me esperarás. Cenaré perdiendo mi vista en la tele y caeré dormido en el sofá. Nadie me despertará, sólo un nuevo sol, solo un día más.

    Eso es lo que haré, cariño. Te dejo ir ya. Cogeré el teléfono y llamaré para que por fin… para que por fin se lleven tu cuerpo.  No puedes quedarte más. No mereces otro aroma que el del Jazmín. No mereces otro color en tu piel canela. Te llevarán y sembrarán la tierra negra con tu cuerpo. Y alguien, sobre tu lápida de mármol blanco… alguien llorará, pero no seré yo. No me esperes, cariño, no pasearé bajo los cipreses buscando tu frío nombre tallado. No te llevaré flores y ni susurraré recuerdos manchando mis rodillas y arrancando herido la hierba con mis puños. No iré porque allí solo estará tu cuerpo. Tú ya no estás. No estará tu voz, tus palabras, ni tu sonrisa… No está ni ahora sobre nuestra cama, ni entonces bajo la tierra. Deseé tu cuerpo, enloquecí con tus caricias, me perdí por el valle de tu cintura, conquiste reinos desde lo alto de tus caderas. Me suicidé lanzando mi pasión desde tus hombros hasta tu cuello. Escondí mi dolor en tus pechos. Descansé en tu regazo. Sí, cierto, pero todo eso solo era la expresión de mi amor. Yo amaba tu voz. Yo amaba tu sonrisa. Yo amaba tu mirada. Yo amaba tus palabras, tu paciencia, tu fe, tu tristeza, tu pasión, tu ilusión, tu sencillez… Yo amaba todas esas cosas que eras tú y que ya no son porque tú… porque ya te has ido. Porque ya no estás y ya se pueden llevar tu cuerpo.

    Me siento muy solo. Esto duele mucho.

    Descansa, cariño, allá donde esté tu alma, allá donde entierren tu cuerpo.

    Mañana arreglaré la ventana.




por f.j. Rohs

8 comentarios:

  1. Siempre que leo algo tuyo me quedo impresionado. Gratamente, claro.
    Impecable el estilo, pero aún mejores los argumentos.
    Un abrazo.

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    1. Gracias Julio! Espero seguir sorprendiéndote! Estás en tu casa, y si quieres, búscame en mi piso del centro en la calle facebook, suelo colgar cosas diferentes. Yo te he buscado, pero no te encuentro. Un abrazo!

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  2. Hola, ando paseando por tus blogs, tus escritos me gustan mucho.

    Saludos!

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    1. Gracias MC,mi blog es tu casa, así que pasa y no te cortes. Y si te quedas con ganas de algo más, en Wattpad (www.wattpad.com/user/fjrohs) y en Facebook (www.facebook.com/fj.rohs) hay más lecturas.
      Un abrazo y encantado de tenerte por aquí!

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  3. Dios... ¡Cuánta pasión encierra tus palabras! Las fases por las que pasó el doliente fueron sensacionales; muy bien descritas, que llegan hasta el alma. Me ha encantado.

    Por aquí sigo más.

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    1. Gracias Martha! Pasa, coge una copita de vino y siéntate donde quieras!

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  4. Me encanta esto que has escrito. Cómo cuesta llegar a arreglar la ventana, pasar por todos esos estados de ánimo. Los tres primeros son más rápidos, pero los dos últimos... Al final, el tiempo, lo cura todo. O lo destruye.

    Un beso

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    1. Gracias Mayte. Es la vida, no solo la muerte. Pasamos por estas fases y la llamamos "Vida"
      Un abrazo!

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